- Alcalde de Monterilla, ¡ay de aquel que por su acera pilla!
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Previene contra el autoritarismo caciquil, como el de aquel alcalde que, a despecho de la voluntad del padre de la novia, casó a ésta con un muchacho, y cuando el padre, invocando el Concilio de Trento, se negó a reconocer la legitimidad del enlace, exclamó el de Monterilla: «Si es por eso, desde este instante queda derogado el Concilio de Trento.».
Diccionario de dichos y refranes. 2000.